Pendientes "Old Lace"

Dicen que la persona humana es un animal de costumbres, que establece lazos allí donde este. De hecho, ya al momento de nacer, nos llena de temor dividirnos de nuestra madre y comenzar nuestra vida sin ese primer lazo físico. 
Transcurre nuestro camino desde ese momento atándonos a personas, lugares, experiencias, rutinas, sentimientos...pero, no nos confundamos... nos gustan los lazos voluntarios, los que nosotros atamos, aquellos que con mimo establecemos, no aquellos que nos imponen.
Incluso en mucho de nuestro guardarropa, especialmente en el femenino, nos gustan los lazos... en vestidos, pañuelos, accesorios para el pelo, bikinis... incluso en el cuello para ellos.
Tanto nos gustan que hasta lo hemos elegido como símbolo de solidaridad universal para hacer ver a otros nuestro apoyo a cierta causa en función de su color.
Escogemos el lazo también para adornar nuestro regalo, como dignificando su contenido, como queriendo que no escape antes de el afortunado recibirlo.

En fin... podríamos decir aquello de "¡pon un lazo en tu vida! " y ... ¿porque no en tus orejas?